Un verano en la Universidad de Harvard: Project Zero Classroom

Con muchas ganas y emoción. Nervioso. Con pena por sepárame de mi familia y con hambre de aprender, profundizar, responderme preguntas, hacerme más… así salía de Pamplona camino de Boston a mitades del pasado mes de julio. Un largo viaje en cuanto a kilómetros recorridos pero corto en cuanto al tiempo vivido si lo comparamos con la de veces y horas que había dedicado a imaginármelo y la velocidad con la que se pasan los acontecimientos cuando disfrutas y vas cumpliendo tus sueños:
– conocer de primera mano el Project Zero.
– participar en un curso en la Universidad de Harvard.
– compartir, hablar y debatir con maestros de todo el mundo con ideas que emanan de fuentes similares pero que se concretan en atractivas y diferentes propuestas.
– escuchar de primera mano y poder incluso mostrar mi trabajo a los “gurús” que lo han inspirado y que hacen que nunca esté conforme con el resultado. Como reza la pulsera que llevo en la muñeca “Always can do it better”.
Sueño que nació gracias a mi colegio, Irabia-Izaga de Pamplona, cuando nos empezó a posibilitar que nos formáramos en las ideas del Project Zero, a viajar a colegios como Montserrat donde ya eran una realidad y a darnos la libertad a los profesores/as de ir “soltando amarras” (como nos animó a hacer David Perkins en una de sus conferencias: “Taming the wild and wilding the tame”) y que, de este modo, se hizo posible el nacimiento de ComunicARTE de la mano de Polygon Education.
Cuatro grandes preguntas, cuatro hilos conductores guiaron nuestras reflexiones en Harvard:
1- ¿Cómo inspirar y fomentar el pensamiento creativo y la resolución de problemas, en nuestros estudiantes y en nosotros mismos?
2- ¿Cómo diseñamos experiencias y ambientes de aprendizaje que incluyan y respeten a los estudiantes y sus comunidades?
3- ¿Qué es la comprensión y cómo se desarrolla?
4- ¿Cuál es el rol de la reflexión y la valoración en el aprendizaje de estudiantes y docentes?
Con estas preguntas de fondo y con los interrogantes que cada uno de nosotros llevábamos, fuimos adentrándonos y buscando respuestas gracias a las sesiones plenarias, los talleres eminentemente prácticos y los grupos de estudio. Como señaló Steve Seidel, que desempeñó papeles de maestro de ceremonias, coordinador del instituto y agenda personal todas las mañanas resumiéndonos lo vivido en la jornada anterior y anunciándoos lo que nos deparaba la siguiente, “Cuanto más nos adentremos en la enseñanza, mejores profesores seremos porque nuestros alumnos aprenderán mejor”.
Para recordar y releer los apuntes tomados e ideas que fluían mientras hablaba fueron las dos sesiones de David Perkins: una centrada en qué enseñar (dónde poner la mira) y otra en la que nos animaba y nos daba herramientas para que las ideas y motivaciones con las que volvíamos a nuestras ciudades no sean algo pasajeras y puedan calar en las entrañas de nuestras organizaciones.
Inspiradora y en mi opinión fundamental, fue la presentación de Howard Gardner sobre sus investigaciones en “The good work”. Los tres puntos centrales en los que se centró bien podrían formar parte del emblema de nuestro colegio (como comentamos Nicolás Muracciole y yo mientras degustábamos una cerveza en el famoso “Cheers”) – Verdad, Belleza y Bondad.
Hablando de Nicolás, fue un lujo tenerlo de anfitrión invitado para esta ocasión por el Project Zero como “Fellow” en la que ya era su tercera participación en estos institutos, y con el que las jornadas no duraban de 7:30 a 19:00 sino que guiaban gran parte de nuestras conversaciones posteriores. Espectacular y totalmente aplicable me pareció el trabajo de Daniel Wilson y Melisa Rivard, junto con otros investigadores. Está inspirado en la observación y el estudio de la manera de hacer visible el aprendizaje de los alumnos en Reggio Emilia.
Otros grandes descubrimientos a destacar de las muchas ideas y conexiones que surgían tras las sesiones, los talleres, las charlas con otros participantes, las dinámicas dirigidas por Patricia León y María Ximena Barrera en el Study Group K al que pertenecía podrían ser:
– El poder y la potencia del Proyecto “Out of Eden”.
– La importancia de educar como señalaba Verónica Boix Mansilla “con el mundo en la mente”.
Para esta última idea, los talleres a los que pude acudir como los centrados en trabajar el pensamiento a través del arte y el de Laura Tavares sobre “Fancing History,” surtían de ideas y herramientas para poder desarrollar el pensamiento critico y educar con espíritu democrático y para la democracia a nuestros alumnos/as.
El culmen personal lo obtuve cuando Patricia y María Ximena en mi Study Gruop nos otorgaron a Nicolás y a mí la oportunidad de presentar el trabajo que se está llevando a cabo en Irabia-Izaga, como ComunicARTE que, fruto de la gran aceptación que tuvo, nos propició el enorme privilegio de poder volver a repetirlo en el congreso del Project Zero Perpectives de Amsterdam el próximo octubre. En definitiva, una gran experiencia a nivel personal y profesional que espero ser capaz de trasladar hasta donde llegue y que esto repercuta directamente en nosotros como maestros/as y en nuestros aprendices.