El Maestro es dueño del tiempo
Los tiempos son fundamentales sobre todo en el aprendizaje. Debemos ser capaces de manejarlos. Esto es lo que enfrenta y hace que uno se posicione en la educación por proyectos VS la educación por recetas. Tengo una Thermomix, ese gran utensilio de cocina en el que si introduzco las cantidades que me va indicando y cumplo con los tiempos que me especifica, las probabilidades de que la comida sea un éxito son muy altas.
Pero eso no es la educación. Los docentes nos hemos convertido en máquinas cumplidoras que pensamos poco, no vaya a ser que ese pensamiento enturbie el aprendizaje de nuestros alumnos. Quizás nuestras inseguridades nos hacen creer que siguiendo el libro al pie de la letra, el paso a paso del proyecto, conseguiremos el “guiso de Thermomix” perfecto para todos los paladares, en este caso para cada uno de nuestros alumnos.
Debemos tomar las riendas, adecuarnos al horario de nuestro centro y parar cuando creamos que hay que parar, seleccionar lo que podemos hacer y lo que no, teniendo en cuenta que como todo suma, no debemos dejar siempre la misma parte. La educación no puede consistir en dar píldoras concretas en un momento determinado y a la hora concreta que el director técnico o jefe de estudios ha dado a tu asignatura con toda su buena intención.
Estamos en una sociedad que prioriza el mínimo tiempo para conseguir los mismos resultados o mejores que dedicando grandes ratos. Cuánta gente elige las misas por el tiempo que dura el sermón. Cuántos gimnasios venden ahora la puesta en forma en pequeñas porciones de alta intensidad. Y cuántos planes educativos pretenden que en un tiempo de 45-50 minutos cualquier alumno sea capaz de investigar, reflexionar, dialogar, compartir, evaluar… y además comprender.
El aprendizaje viene cuando trabajas en algo que no termina cuando suena el timbre. Ojalá un día, como ya ocurre en algunos colegios, el aprendizaje no se someta al tiempo comprendido entre dos timbres sino que sean la motivación, las ganas, la calidad y la planificación del trabajo las que hagan que se aprenda. Mientras tanto, que el tiempo no domine tus intenciones, tus metas y tus tomas de decisiones.