Diciembre
Diciembre llega y te despierta. Llevas unos meses en piloto automático y…de repente, te das cuenta que se acaba el año. Y empiezas a mirar atrás. ¿Cómo ha sido el año? ¿Dónde están los propósitos de Enero? ¿Y los de Septiembre? Y en ese despertar en el que repasamos los momentos nos damos cuenta de lo que hemos vivido. Y por ahí empiezo a agradecer. Gracias por el año que ha pasado y que nos coloca donde estamos.
Después, ya empiezas a mirar hacia adelante.
Tenemos un mes para preparar el fin de este año y el comienzo del próximo.
Días de familia, de ilusión, de tiempo libre para los niños, de comidas, cenas, fiestas…..
Estaréis de acuerdo conmigo que es un mes para los más pequeños, donde todo es mágico, donde ocurren cosas que sólo pasan en Navidad. Y esto…también provoca organizar y pensar. ¿Qué hago con los niños? ¿Qué regalos hago?
Quiero compartir con vosotros la regla de los 3 regalos. A mí me parece excelente. Para aquellos que nunca habéis oído hablar de ella es la siguiente:
Uno que desee, uno que necesite, uno que sea didáctico.
A partir de ahí pueden recibir muchos otros por parte de familiares que no podemos controlar pero, que si los niños son muy pequeños, sí podemos dosificar.
Guardarlos e ir sacándolos a lo largo del año para mantener la ilusión de lo nuevo.
Buen momento para darle importancia al consumo consciente, a la sostenibilidad del planeta para huir del consumismo y para reforzar los regalos simbólicos y experienciales. Una merienda con los abuelos, una excursión al campo, ver las luces de Navidad…podemos convertir esos momentos en regalos inolvidables porque son ésos los que nos hacen sonreír cuando nos despierta Diciembre y miramos atrás.